los cuadernos de cine

Alberto Ruiz-Gallardón, el Excelentísimo, se cobró el miércoles una nueva víctima, el cine Avenida, y ya van 13 salas que han echado el cierre desde que es Alcalde. Los motivos son los de siempre, primero las multisalas y después el pirateo han desembocado en una situación ruinosa para sus propietarios. No les quito razón, la situación para el cine se ha vuelto muy inestable y estan siendo derrotado en una batalla contra el futuro. Pero de esto a que la solución sea apagar el proyector para inagurar un centro comercial......huele a podrido.

Esto refleja la mediocridad cultura en la que estamos sumergidos y está claro que los dirigentes que nos gobiernan prefieren mira hacia otro lado, pero eso si, poniendo la mano a ver si les cae algo calentito. Ante las críticas, Gallardón por supuesto ha pasado la patata caliente a las manos del Ministerio de Cultura, ya sabemos que el primer artículo del la Ley de los Políticos para resolver problemas es echarle la culpa al otro, da igual cual sea la crítica, da igual cual sea el problema, la culpa es de ellos. La verdad es que a mí me importa muy poco, por no decir nada, quién dé el visto bueno a estas masacres, lo único que les pediría es que, por favor, se mojaran algo más y se esforzarán por conservar un espacio cultural, y que si su mantenimiento no es rentable y resulta del todo inviable, busquen una salida alternativa, pero siempre en el marco de la cultura al que ha pertececido durante casi 80 años el cine Avenida, no levantando un maldito centro comercial, demonios, ¿es que la Gran Vía no tiene ya suficientes comercios?