miércoles, 24 de enero de 2007

Time (2006) Kim Ki-duk


Atención: contiene spoilers

Si en 2004, mi película favorita fué Bin-Jip (Hierro 3), y en 2005 la elegida fue Hwal (El Arco), en este pasado 2006 el surcoreano Kim Ki-duk no ha conseguido llenarme tanto cómo con sus anteriores entregas, entre otros motivos porque a la semana siguiente vi la devastadora Babel... No quiero decir con esto que Shi gan (Time) no me haya gustado, todo lo contrario, me encantó, pero al ser una película menos mágica y ensoñadora que las anteriores, su digestión resulta mas complicada, además existen muchos más personajes y diálogo entre ellos, lo que te obliga a reflexionar más sobre lo visto.


Kim Ki-duk nos muestra en Time el lado más oscuro del amor y las relaciones personales, y realmente se esmera en hacerlo desde sus aristas más sombrias como los celos desmedidos, la busqueda de la perfección y la obsesión por detener el paso del tiempo, la autodestrucción, la tortura psicológica y la automutilación, reflejada en la cirugía estética a la que se someten los protagonistas. La película se convierte en un circulo que gira de manera continúa y obsesiva: la playa de las esculturas a la que los protagonistas vuelven una y otra vez y que representa lo que fue el momento más feliz de la relación entre ellos. La cafetería que representa el deterioro,contaminación y la violencia del amor, la clínica que es la destrucción y finalmente, la propia película, la cual empieza y acaba con la misma escena, cerrando el círculo.


Cuando salí del cine y me pusé a darle vueltas a lo que había visto, me asaltó la duda de que quizá pecaba de "cultureta"(Dios me libre...) y quería ver más allá de lo que la película mostraba. Pero la verdad es que existen mucho elementos en ella que me hace pensar: el desarrollo circular, la figura del cirujano como una deidad o un juez que modela y sentencia el destino de los protagonistas mediante el cambio facial, la duda final sobre el personaje que es atropellado...y un detalle que no se si me lo imagino yo debido al viejo cliché de "todos los chinos son iguales", pero me da la impresión de que, fisicamente, muchos personajes son muy parecidos entre sí, y tratando la película el tema de la cirugía, quizá Kim Ki-Duk ha querido con esto crear una mayor sensación de confusión.

En pocas palabras, una película nada fácil, pero que va ganando según la vas meditando, y en definitiva, esas son las mejores.

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