los cuadernos de cine

¿Por qué ha prescindido Michel Gondry del enorme talento de Charlie Kaufman...? Esta es la pregunta que me rondaba la mente al terminar de ver La Sciende des Rêves (La Ciencia del Sueño), una película muy por debajo del alto nivel alcanzado por Eternal Sunshine of the Spotless Mind (Olvídate de Mí). La Ciencia del Sueño resulta una película descompensada entre la desbordante imaginación visual que derrocha Gondry y la ligereza del guión que no pasa de ser una amable comedia romántica, esto da como resultado que en algunos momentos llegue incluso a aburrir tanto alarde de imaginación.

Gondry se sirve de los sueños para recrear un mundo onírico que se irá entretejiendo cada vez más con la realidad a medida que se va desarrollando la historia entre sus dos protagonistas: Stéphane y Stéphanie, intrepretados por Gael García Bernal y Charlotte Gainsbourg. La actuación del mexicano es muy acertada, aunque al principio me cuesta no recordar al Jim Carrey de Eternal Sunshine...pero se va haciendo con el personaje a medida que pasa la película, algo menos acertada me pareció la actuación de Charlotte Gainsbourg, que, aunque bastante natural y cercana, en ocasiones resulta demasiado distante para el personaje.

Y sobre el aspecto visual de la película, que es su punto fuerte, cabe destacar que Gondry ha realizado su recreación onírica de manera analógica, es decir, que todo lo que vemos en la película es real, no hay engaños ni abuso del ordenador, todo se basa en maquetas, figuras de papel, cartón....lo que le permite crear un colchón sensorial basado en la idea de que todo lo que ves lo puedes tocar.

En definitiva, Gondry no consigue igualar Eternal Sunshine of the Spotless Mind, el peor error de La Ciencia del Sueño es su intento de continuidad con su predecesora, ya que sale claramente perdiendo, la historia de Joel y Clementine siempre será más redonda y emotiva que la de Stéphane y Stéphanie. Eso sí, éste resulta uno de esos extraños caso en los que, aunque la película no ha llegado a convencerte, recomiendas ir a verla, aunque sólo sea por deleitarse un rato la vista y los sentidos.

Parece que el batacazo de Babel en la gala de los Oscars no ha sentado nada bien. Alejandro González Iñárritu (director) y Guillermo Arriaga (guionista), han roto su exitosa relación profesional, comenzando una guerra mediática y lanzándose acusaciones mutuas como autenticos misiles. El director, en una carta, arremetió contra su ya ex-guionista, acusándole de intentar apropiarse de la total autoria de Babel, y lamentado que Arriaga parezca "desconocer que el cine es un arte de profunda colaboración". La carta está firmada por todo el equipo técnico de la película, incluyendo a Gael García Bernal, Adriana Barraza y Gustavo Santaolalla. Arriaga sostiene que hay miembros del equipo que no están de acuerdo con esa carta.

Previamente, el guionista había mostrado su malestar con Iñarritu, argumentando que este había cambiado a su antojo ciertas partes vitales del guión. Según Arriaga, en el guión original, el personaje de la adolescente japonesa sorda era una chica española que perdía la vista...

En fin, la batalla ha comenzado..., y sólo nos queda por saber si después de 3 obras maestras (Amores Perros, 21 Gramos y Babel) ambos serán capaces de mantener esa enorme calidad por separado. Yo rezo porque sí.

Uno siempre alberga la esperanza de que un director de la talla de Woody Allen consiga remontar el vuelo después de una temporada de serios descalabros cinematográficos (y si alguién intenta rebatir esto, es que no ha visto suficientes películas de Allen), pero sin embargo parece que cada vez se aleja más del alto nivel que su filmografía llegó a alcanzar una día. Y ahora, la noticia no pueder resultar peor que una patada en las pelotas para un aficionado al cine, el neoyorquino a elegido a Penélope Cruz para protagonizar su próxima película, la cual rodará en Barcelona.

Por sí sola, la noticia podría resultar incluso extravagante, pero si uno echa un vistazo a las "estrellas" que han deambulado por sus últimos filmes: Hugh Jackman, Jonathan Rhys Meyer, Téa Leoni, Scarlett Johansson, Jason Biggs....pues casi no es de extrañar la elección de Pe. Pero el problema no es que los actores escogidos brillen por sus escasas dotes (en otras ocasiones estas formulas han dado gratas sorpresas), el problema es que Woody Allen no es capaz de imponer el genio y conseguir una brillante actuación de ellos.

En fin, siempre nos quedará Manhattan.....

Alberto Ruiz-Gallardón, el Excelentísimo, se cobró el miércoles una nueva víctima, el cine Avenida, y ya van 13 salas que han echado el cierre desde que es Alcalde. Los motivos son los de siempre, primero las multisalas y después el pirateo han desembocado en una situación ruinosa para sus propietarios. No les quito razón, la situación para el cine se ha vuelto muy inestable y estan siendo derrotado en una batalla contra el futuro. Pero de esto a que la solución sea apagar el proyector para inagurar un centro comercial......huele a podrido.

Esto refleja la mediocridad cultura en la que estamos sumergidos y está claro que los dirigentes que nos gobiernan prefieren mira hacia otro lado, pero eso si, poniendo la mano a ver si les cae algo calentito. Ante las críticas, Gallardón por supuesto ha pasado la patata caliente a las manos del Ministerio de Cultura, ya sabemos que el primer artículo del la Ley de los Políticos para resolver problemas es echarle la culpa al otro, da igual cual sea la crítica, da igual cual sea el problema, la culpa es de ellos. La verdad es que a mí me importa muy poco, por no decir nada, quién dé el visto bueno a estas masacres, lo único que les pediría es que, por favor, se mojaran algo más y se esforzarán por conservar un espacio cultural, y que si su mantenimiento no es rentable y resulta del todo inviable, busquen una salida alternativa, pero siempre en el marco de la cultura al que ha pertececido durante casi 80 años el cine Avenida, no levantando un maldito centro comercial, demonios, ¿es que la Gran Vía no tiene ya suficientes comercios?

El cine de Von Trier se ha destacado por la tortura existencial a la que se ven sometidos sus personajes y la habilidad para remover la conciencia del público, sin ningún tipo de artificio y con una portentosa imaginación. Siempre fiel al manifiesto Dogma 95, sus películas son crudas y directas comoun puñetazo cargado de realidad que te pilla desprevenido. Y las que más han sufrido en sus maquiavélicas deconstrucciones emocionales han sido las mujeres, basta recordar la atormentada y enfermiza relación de amor brutal y sexo obsesivo a que se ve sometida Bess (Emily Watson) en Rompiendo las Olas o la desnudez emocional y vital de Selma (Björk) ante los aspectos más desagradables del ser humano (avaricia, materialismo, violencia.....) en el musical Bailar en la Oscuridad. Y aunque pueda parecer que el "maltrato" de Von Trier a sus mujeres pueda resultar gratuito, podría decirse que a través del martirio al que se ven sometidas, son capaces de alcanzar un estado de superioridad moral y emocinal ante el hombre, que finalmente se convertirá en el ser débil y desvalido que era la mujer al principio de la película.